Un libro de 30 meditaciones de Juan de San Sansón que nos invita a escuchar sus oraciones de exhortación mientras la Iglesia transita por el año litúrgico y por los diversos Misterios de Cristo y su Iglesia. Juan de San Sansón fue un carmelita y místico francés. Se le conoce como el alma de la Reforma de Touraine de la Orden Carmelita, que destacaba la oración, el silencio y la soledad.
Juan quedó ciego desde los tres años tras contraer la viruela y recibir un mal tratamiento médico para la enfermedad. Insistió mucho en la devoción mística de los carmelitas. Tras una serie de curaciones, se corrió la voz y el obispo local preguntó a su teólogo su opinión sobre las curaciones. El teólogo respondió: "Si la gente tuviera la fe de fray Juan, y viviera tan auténticamente como él, el don de curar a los enfermos sería mucho más común."
Donatien de San Nicolás, discípulo y editor de sus obras "es cierto que este hermano ciego iluminado ha sido elegido y dado a nosotros por Dios para ser el maestro y director de la vida espiritual de nuestra Reforma." Donatien escribió más tarde que "su rostro era frecuentemente contemplado como divinamente radiante, resplandeciente con como si fuera un rayo luminoso, como yo mismo y otros hermanos muy fidedignos hemos atestiguado." Los estudiosos de la mística cristiana se han referido a Juan de San Sansón como el "Juan de la Cruz francés".
La obra está expertamente traducida del francés por la monja carmelita Sor Verónica del Inmaculado Corazón de María del Carmelo de clausura de Wahpeton. En su prefacio al libro, el P. Charlò Camilleri escribe: "A pesar de que la ceguera le impidió utilizar imágenes visuales para aclarar sus ideas, y de que los textos están generalmente llenos de ideas amontonadas, digresiones y conceptos vagamente conectados, su doctrina es sólida e inspira al lector a vivir radicalmente la llamada a la transformación divina."