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Viviendo en obsequio de Jesucristo

Vivendo nell’ossequio di Gesù Cristo
Cristocentrismo de nuestra vida

Nuestra vida y nuestro compromiso apostólico se centran en Cristo (Cfr. Jn 14, 6; Heb 10, 19-20; Ef 4, 7. 12-13; Col 1, 28). Dios nos llama a la vida consagrada para seguir y vivir a Cristo, y servirlo “con corazón puro y' recta conciencia” (Regla). A esta llamada respondemos con la disponibilidad a la Palabra, con la imitación de Jesús, obediente, pobre y casto, con la progresiva configuración a Él, que el Padre ha querido y mandado, modelo y maestro de vida, su epifanía y manifestación del proyecto de salvación.

Toda nuestra Regla se funda sobre el evangelio y nos remite a Cristo. Además, desde los primeros tiempos de nuestra historia, se nos enseña y recuerda “que nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo” (1 Cor 3,11).

Nuestra tradición ha intentado mantenerse fiel, como testimonian los escritos de nuestros maestros del espíritu, que encuentran una feliz síntesis en el pensamiento del Vble. Miguel de san Agustín, según el cual nuestra vida debe ser siempre más “cristiforme” (Cfr. Introductio ad Vitam Internam, Tratado 1, cap. 2; Tratado 3, cap. 27).

En el decurso de los siglos, nuestra familia carmelita ha vivido fases históricas ricas en santidad y sabiduría espiritual, de las que conservamos memoria con gratitud y admiración. Esta es nuestra herencia que pretendemos no desperdiciar sino acrecentar, proyectados hacia el futuro y mirando los signos de los tiempos a la luz del evangelio, para adquirir nueva fuerza y energía, en la búsqueda de nuevos caminos de anuncio y de servicio.

Sólo el encuentro con Cristo y la memoria viva de su misterio pueden darnos el sentido pleno de la historia y su justa dirección. El seguimiento de Cristo (Regla) permanece, por eso, ley fundamental para nosotros y nos muestra el camino hacia una más profunda experiencia del amor de Dios. Tal “propositum vitæ” es verdaderamente elevado y arduo. Nos ayudan a realizarlo nuestros modelos inspiradores: el profeta Elías y la Virgen María.

Capítulo General 1995, El Carmelo: Un Lugar, un Camino en el Tercer Milenio.

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