14 de junio Memoria obligatoria
“Llegando Elías donde Eliseo, le echó su manto encima. Y él, abandonando a los bueyes, se fue tras Elías y entró a su servicio” (cfr 1 Re 19, 19-21). Eliseo recibió el espíritu de Elías y, entre otros signos prodigiosos, curó a Naamán de la lepra y resucitó a un niño. Vivió entre los hijos de los profetas y con frecuencia se hacía presente, en nombre de Dios, en los acontecimientos del pueblo de Israel.
La Orden Carmelitana, recordando sus orígenes en el Monte Carmelo, con la celebración litúrgica de los grandes profetas Elías y Eliseo quiere perpetuar la memoria de su presencia y de sus gestas. Por este motivo, el Capítulo General de 1399 decretó la celebración de la fiesta de S. Eliseo. En nuestros días, el profeta es un testigo eficaz del carisma profético por su fidelidad al verdadero Dios y por el servicio a su pueblo.
Photo © Nick Thompson
Prophet Elisha from a series produced c1690 for the Chapel of Our Lady of Mount Carmel, Couvent de Grande Carme, Toulouse by Marc Arcis. Musée des Augustins, Toulouse.