15 de Noviembre | Memoria libre
Reunidos por un común amor a Cristo y reverencia a su amada Madre, los miembros de la familia carmelita continúan amándose fraternalmente, tanto si están comprometidos en la lucha por Cristo en esta tierra, como si, terminada su peregrinación terrena, esperan la visión gloriosa del Señor.
Por eso toda la Orden, unida en la oración, encomienda a la misericordia de Dios a sus hermanos y hermanas difuntos, para que, por intercesión de la Virgen María, prenda de segura esperanza y alegría, los acoja entre los gloriosos coros de los santos.