La vida en el Reino de Dios
(Marcos 4,35-41)
El Reino en el Evangelio de Marcos no es algo que está por venir; al contrario, es una realidad presente: es la presencia y la acción de Dios en medio de su pueblo. Puede que no se vea siempre con facilidad, pero está ahí de todos modos.
El domingo pasado, Marcos utilizó dos parábolas para hablar de la realidad del Reino. En los próximos domingos comenzará a hablar del misterio del Reino presente en Jesús y de lo que se necesita para vivir en el Reino. Ninguno de los relatos de Marcos presenta un despliegue de poder impresionante. Al contrario, los relatos de Marcos dejan claro que Jesús trata de salvar a los seres humanos, de curarlos y de calmar los corazones perturbados por las tormentas de la vida. En Jesús está el poder de la vida y la liberación. Las tormentas repentinas en el lago de Galilea eran bien conocidas y siguen ocurriendo hoy en día.
Muchos de nuestros “barcos” y los de nuestros seres queridos se han visto zarandeados en mares turbulentos desde la repentina llegada del Coronavirus y todo lo que ha sucedido desde entonces. Muchos de nosotros conocemos exactamente el tipo de miedo e incertidumbre que sintieron los discípulos mientras eran zarandeados en la oscuridad del tormentoso lago en el Evangelio de este domingo. Muchos también pueden sentir que Jesús está dormido en alguna parte.
Y, sin embargo, los signos de Jesús están por todas partes: en las personas que hacen todo lo posible por cuidar de los demás, por dar de comer y cobijo, por mantenerse a salvo a sí mismo y a sus seres queridos, por trabajar por la paz en medio de los conflictos, por llevar consuelo y rezar.
La vulnerabilidad es una experiencia incómoda. Marcos nos ayuda a comprender que la vida en el Reino comienza con la fe y la confianza en Dios, especialmente en medio de las luchas épicas que amenazan con vencernos.
La pregunta de los discípulos es también la nuestra. ¿Quién es Jesús para nosotros? ¿Un mago, un hacedor de maravillas, o Aquel que encontró la manera de dejar que el Reino de la gracia de Dios saliera de su corazón y entrara en la vida de los que le rodeaban?
- pdf Celebrating At Home - 12th Sunday in Ordinary Time [PDF] (314 KB)
- default Celebrating At Home - 12th Sunday in Ordinary Time [ePub] (6.82 MB)
- pdf Celebrando en Familia - XII Domingo del Tiempo Ordinario (538 KB)
- pdf Celebrando in Casa - XII Domenica del Tempo Ordinario (556 KB)
- pdf Celebrando em família - Décimo Segundo Domingo do Tempo Comum (545 KB)