5 de diciembre Memoria libre
El beato Bartolomé Fanti, nacido en Mantua, donde comenzó una gran reforma carmelita, se hizo miembro de los carmelitas en la congregación de esa reforma. Fue ordenado sacerdote poco antes de 1452. Se le recuerda por su amor a la Eucaristía y a la Virgen María. Humilde y generoso, vivió tranquilamente una existencia consumada en la fiel observancia regular y en una atenta asistencia, incluso como legislador de dos cofradías laicas en la iglesia carmelita de Mantua.
Era una figura muy querida. No ocupó cargos de gran importancia dentro de la Orden. A veces se le menciona como director de novicios, pero no es exacto.
Murió como modelo de santidad el 5 de diciembre de 1495. La devoción comenzó inmediatamente después de su muerte. Su culto no fue reconocido y aprobado hasta el 18 de marzo de 1909 por el obispo Giuseppe Sarto, que llegaría a ser el Papa San Pío X.
En reconocimiento de su amor a la Eucaristía, la Liturgia de las Horas para su memoria ofrece como segunda lectura una selección de la encíclica Mysterium Fidei del Papa Pablo VI. Con ello se pretende promover una reflexión sobre la Eucaristía. La oración, propia de Bartolomé, alaba al Señor por haber concedido al Beato Fanti la gracia de promover la devoción a la Eucaristía y la devoción a la Virgen María, y pide que le imitemos en estas dos adoraciones.