El pasado 8 de octubre se celebró la Clausura de la Investigación Diocesana de la Sierva de Dios Sor María Cristina de la Eucaristía Alonso Alonso.
Las actas de la investigación diocesana, trasladadas a Roma por el Postulador General, nombrado por el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Omella y Omella, fueron entregadas a la Congregación para las Causas de los Santos el 14 de octubre, para iniciar la fase en el Vaticano de la Causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios. Las actas de la investigación diocesana serán sometidas próximamente a un escrutinio formal y sustancial por parte de los Oficiales de la Congregación para las Causas de los Santos y, si se consideran válidas, se nombrará un Relator para el estudio de la Causa, con el fin de redactar la relativa Positio sobre la vida, las virtudes, la fama de santidad y los signos de la Sierva de Dios.
La Sierva de Dios, María Cristina de la Eucaristía, nació el 16 de mayo de 1930 en España, en Coó (Los Corrales de Buelna), un pequeño pueblo de Cantabria, provincia de Santander, séptima hija de Eulogio y María. Fue bautizada el 26 de mayo y recibió la primera comunión a los ocho años. Tras trasladarse a Barcelona para realizar sus estudios de bachillerato, asistió al grupo juvenil de Acción Católica y confió su vida espiritual a la guía del joven P. Narciso Jubany Arnau, futuro cardenal arzobispo de Barcelona. Sintió una fuerte vocación por la vida religiosa, atraída particularmente por la Orden Carmelita. Tras las dificultades iniciales, fue recibida en el Monasterio de la Encarnación el 15 de abril de 1955, a la edad de 24 años. Entró en el noviciado el 16 de octubre de 1955, vistiendo el hábito carmelita. El 1 de noviembre de 1956 hizo su primera profesión religiosa, tomando el nombre de María Cristina de la Eucaristía. Tres años después, el 1 de noviembre de 1959, emitió sus votos solemnes.
El 1 de abril de 1963 aparecieron los primeros síntomas de su enfermedad: esclerosis múltiple, una enfermedad dolorosa y humillante, que poco a poco la obligó a la inmovilidad total. Aceptó plenamente la voluntad de Dios para ella, feliz de conformarse totalmente a su Esposo crucificado. El 3 de mayo de 1979, Sor María Cristina entregó su alma hermosa a Dios, rodeada de una amplia fama de santidad. En 1996 se dieron los primeros pasos para iniciar su Causa de beatificación y canonización, y el 27 de noviembre de 2003 se celebró finalmente la primera sesión de la Investigación diocesana sobre su vida, virtudes, fama de santidad y signos, cuya fase final tuvo lugar el 8 de octubre de 2021, en la capilla del Monasterio de la Encarnación de Barcelona, monasterio que acogió a la Sierva de Dios durante 20 años de su corta vida.