Llamados, escogidos para ser el corazón de Dios
La fiesta de la Ascensión conmemora el retorno de Jesús a su Padre. Jesús sube al Padre, pero permanece con nosotros a través del don del Espíritu. El próximo domingo de Pentecostés celebraremos el don y la presencia del Espíritu Santo.
El verdadero significado de la nuestra fiesta de hoy no se encuentra en la partida de Jesús, sino en la forma en que vuelve a reunir a sus discípulos, para conformarlos en una nueva comunidad, a la que se le confió la difusión del Evangelio. Jesús envía a sus discípulos a hacer discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y a enseñarles su camino. Pero, los discípulos no estarán solos, Jesús les promete que estará con ellos todos los días.
Jesús ha llamado al grupo de discípulos desanimados y dispersos, después de la crucifixión, para transformarlos, frágiles y dudosos, en una comunidad para la misión en nombre de Dios. Es reconfortante reconocer que Jesús no insiste en la perfección, antes de llamarnos y confiarnos su misión.
La misión es encomendada por Dios, a través de Jesús. No se trata de una autoridad sobre los demás, sino que es un llamado de actuar como Dios actuaría, siendo fieles al corazón de Dios como Jesús nos ha enseñado.
Desde el día de la Pascua, hemos estado proclamando que Jesús está vivo. Las fiestas de la Ascensión y de Pentecostés nos ayudan a tomar conciencia que somos parte de una larga tradición de discípulos que han sido fieles. Tenemos nuestros defectos y fallos, pero nuestra llamada es a atestiguar y enseñar el camino de Jesús, con la manera de ser personas, nuestros valores y actitudes, por la forma de pensar, hablar y actuar para ser la presencia viva de Dios en el mundo de hoy.
- pdf Celebrando En Familia - Ascensión del Señor (280 KB)
- pdf Celebrating At Home - Ascension Sunday [PDF] (360 KB)
- default Celebrating At Home - Ascension Sunday [ePub] (1.61 MB)
- pdf Celebrando In Casa - L'Ascensione del Signore (285 KB)
- pdf Celebrando Em Familia - Domingo da Ascensão [Português] (306 KB)
...
Somos conscientes que Cristo não só se faz presente no Santíssimo Sacramento, mas também está em nossos corações. Mesmo quando estamos sós, continuamos sendo membros do Corpo de Cristo.
O lugar que escolher para esta oração, poderia ter uma vela acesa, um crucifixo e a Bíblia. Estes símbolos ajudam a manter-nos conscientes do sagrado que é o tempo de oração e a nos sentirmos unidos com as outras comunidades locais que estão em oração.
A celebração é organizada para que um dos membros da família a presida e os demais membros participem juntos. Porém, a parte do presidente da celebração pode ser compartilhada por todos os presentes.