Martes - Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, protector de los que en ti
esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos
de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos
de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 13,36-43
Entonces
despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos
diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.» Él respondió: «El
que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la
buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el
enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los
segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y
se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará
a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores
de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar
de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El
que tenga oídos, que oiga.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la
explicación que Jesús da de la parábola del trigo y la cizaña, cuando los
discípulos se lo preguntan. Algunos estudiosos piensan que la explicación que
Jesús da a los discípulos, no es de Jesús, sino que es de la comunidad. Es
posible y es probable, pues una parábola, por su propia naturaleza, pide la
implicación y la participación de las personas en el descubrimiento del
sentido. Así como la planta ya está dentro de su semilla, así, en cierto modo,
la explicación de la comunidad, ya está dentro de la parábola. Y es exactamente
éste el objetivo que Jesús quería y que quiere alcanzar con la parábola. El
sentido que hoy nosotros vamos a descubrir en la parábola que Jesús contó hace
dos mil años atrás ya estaba implícito en la historia que Jesús contó, como la
flor está ya dentro de su semilla.
• Mateo 13,36: Los discípulos piden la
explicación de la parábola del trigo y de la cizaña. Los discípulos, en
casa, conversan con Jesús y piden una explicación de la parábola del trigo y de
la cizaña (Mt 13,24-30). Varias veces se informa de que Jesús, en casa, seguía
enseñando a los discípulos (Mc 7,17; 9,28.33; 10,10). En aquel tiempo no había
televisión y en las largas horas de espera, por las noches, la gente se reunía
para conversar y para tratar asuntos de la vida. Jesús hacía lo mismo. Era en
estas ocasiones que él contemplaba la enseñanza y la formación de los
discípulos.
• Mateo 13,38-39: El significado de
cada uno de los elementos de la parábola. Jesús responde retomando cada uno
de los seis elementos de la parábola y les da un sentido: el campo es el mundo;
la buena semilla son los miembros del Reino; la cizaña son los miembros del adversario
(maligno); el enemigo es el diablo; la siega es el fin de los tiempos; los
segadores son los ángeles. Ahora haz tú la experiencia leyendo de nuevo la parábola
(Mt 13,24-30) colocando el sentido cierto en cada uno de los seis elementos:
campo, buena semilla, cizaña, enemigo, siega y segadores. Y así la historia
toma un sentido totalmente diferente y tú alcanzas el objetivo que Jesús tenía
en mente al contar a la gente esta historia del trigo y de la cizaña. Algunos
piensan que esta parábola debe ser entendida como una alegoría y no como una parábola
propiamente dicha.
• Mateo
13,40-43: La aplicación de la parábola o de la alegoría. Con estas
informaciones dadas por Jesús tú entenderás la aplicación que él da: De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en
el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles,
que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad,
y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de
dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.
El destino de la cizaña es el horno, el
destino del trigo bueno es brillar como el sol en el Reino de los Cielos. Por
detrás de estas dos imágenes está la experiencia de las personas. Después de que
escucharon a Jesús y lo aceptaron en sus vidas, todo cambió para ellas. El fin
llegó. Es decir, en Jesús llegó aquello que, en el fondo, todos esperaban: la
realización de las promesas. Ahora la vida se divide en antes y después de que
escucharon y aceptaron a Jesús en sus vidas. La nueva vida comenzó como el
brillar del sol. Si hubiesen continuado a vivir como antes, serían como cizaña
echada al horno, vida sin sentido y sin servidumbre para nada.
• Parábola y Alegoría. Existe la
parábola. Existe la alegoría. Existe la mezcla de las dos que es la forma más
común. Por lo general, a todo se le llama parábola. En el evangelio de hoy
tenemos el ejemplo de una alegoría. Una alegoría es una historia que la persona
cuenta, pero cuando cuenta, no piensa en los elementos de la historia, sino en
el asunto que debe ser esclarecido. Al leer una alegoría no es necesario mirar
primero la historia como un todo, pues en una alegoría la historia no se
construyó entorno a un punto central que después sirve como medio de
comparación, sino que cada elemento tiene su función independiente a partir del
sentido que recibe. Se trata de descubrir lo que cada elemento de las dos
historias nos tiene que decir sobre el Reino como lo hace la explicación que
Jesús dio de la parábola: campo, buena semilla, cizaña, siega y segadores. Generalmente,
las parábolas son alegorizantes. Hay mezcla de las dos.
4) Para la reflexión personal
• En el campo existe todo mezclado:
cizaña y trigo. En el campo de mi vida ¿qué prevalece: el trigo o la cizaña?
• ¿Has intentado conversar con otras
personas para descubrir el sentido de alguna parábola?
5) Oración final
Feliz quien
se apoya en el Dios de Jacob,
quien tiene
su esperanza en Yahvé, su Dios,
que hizo el
cielo y la tierra,
el mar y
cuanto hay en ellos;
que guarda
por siempre su lealtad. (Sal 146,5-6)
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